Hay veces que los astros, las casualidades, o los duendecillos se ponen de acuerdo y hace que como fotógrafos de boda nos crucemos con gente maravillosa. Éste año ya nos hemos cruzado con unas cuantas personas así, y los últimos han sido Carmen y Niko. Un encanto de pareja con la que disfrutamos y reímos durante la sesión de postboda en la costa guipuzcoana. Aunque fue una tarde llena de nubarrones, el tiempo aguantó, e incluso nos dio ese punto de viento que tanto nos gusta para favorecer el movimiento del no menos espectacular vestido de Sole Alonso, que junto a la sonrisa de Carmen fue la guinda de la tarde.
Vestido: Sole Alonso
Tocado: Tocados Le Touquet